Entre fuego y llamas
Park Jimin es una máquina, un asesino entrenado y un alfa fuerte. No hay nada en su contra por ser el único heredero de la Manada del Parque, la organización criminal más violenta y poderosa de todo el país.
Érase una vez, se vio obligado a ser la cáscara de un ser humano, ocultando cuidadosamente todos sus sentimientos y emociones en un lugar al que ni siquiera él podía llegar. Es como el agua de una piscina cubierta y abandonada: podrida, inmóvil, inmóvil.
Solo hay una persona capaz de perturbar su apariencia serena: Jeon Jungkook, el hijo de la mano derecha de su padre y su rival desde que tiene memoria.