La promesa
"Necesitas irte, Hermione. Theo te estará buscando,"
"Para, Draco. Deja de hablar de Theo ni un segundo."
"¿Qué demonios quieres?"
"Quiero que ambos seáis felices." Theo merecía la felicidad. Se le había negado ese simple placer durante demasiado tiempo.
Echó la cabeza hacia atrás y rió maniáticamente. Su comportamiento era inquietante, y a él le preocupaba, pero no dijo nada.
"¿Cuando te toco, no sientes nada?"
Tragó saliva. Tenía la boca seca.
Estaban jugando con fuego, y salir ilesos de su dilema era una simple ilusión.
"¿Cuando me acerco a ti, no sientes nada?"
Draco retrocedió, pero Hermione se pegó a él.
"¿No sientes nada?
"Para, Granger."
"¡DRACO, MÍRAME!"