A los vencedores
Grindewald cayó en 1950: los cinco años en los que aún mantuvo el poder cambiaron el curso de la historia. La Gran Bretaña mágica, aterrorizada por las amenazas al Estatuto del Secreto, decidió a finales de los años 50 aprobar la Ley de Apropiación de Magos Nacidos de Muggles, que arrebataba a los niños nacidos de muggles a sus padres ante la primera incidencia de magia accidental. Los niños podían ser criados o adoptados por familias de magos, o vivirían en Casas Institucionales Mágicas. Algunas familias de sangre pura fueron más allá y decidieron criar a niños en caso de que solo tuvieran un heredero, para que actuara como hermano, compañero y sustituto para los castigos considerados demasiado duros para sus propios hijos. Si el nacido de muggle lo hacía bien, razonaban, significaba que se había ganado su lugar en el mundo mágico.
Hermione Granger es una niña así, elegida a temprana edad para ser la compañera de Draco Malfoy. Es una nacida de muggle ideal: educada, inteligente y capaz. No es hasta que asiste a Hogwarts que alguien ve su potencial. Se convierte en la favorita de un cierto profesor, que ve su poder por lo que es.
Mientras tanto, Lucius Malfoy está envuelto en la política mágica, influenciado por las locas manipulaciones de su cuñada.
*actualizaciones semanales