Un pequeño asesinato nunca mató a nadie
Luffy jadea encantado, limpiándose la cabeza para mirar fijamente a Barbablanca con los ojos muy abiertos y emocionados. «¡¿Ace también intentó matarte?!» grita. Detrás de él, la fiesta no se detiene necesariamente, sino que hace una pausa, centrándose en el creciente espectáculo que tienen ante sí. Sin darse cuenta, Luffy continúa. «¿Cuánto tiempo?»
Barbablanca mira al joven capitán pirata que prácticamente vibra en su sitio. Luego mira fijamente a la revolucionaria rubia que también lo mira fijamente, con la mirada atenta y atenta. Luego, al comandante de la segunda división, que ahora tiene la cara entre las manos, con las orejas rojas por donde salen de su cabello. Finalmente, echa un vistazo al resto de sus hijos, desorientado y confundido, pero intrigado... O bien, Ace muere (de vergüenza), Sabo es el dramático hijo del medio, Luffy se está divirtiendo y todos los demás están listos para el viaje. -O, el cómic sobre una reunión familiar que Oda fue demasiado cobarde para regalarnos.