Ella Me Mantiene Caliente
Cuando había inclinado la cabeza para que Vi la siguiera, para salir de la celda en la que había pasado meses sola, Vi no había sabido qué hacer. Así que, había dado un paso a la vez hasta que estuvo al final del pasillo y en el ascensor. Se había quedado allí con la mujer y el robusto guardia que la había golpeado tantas veces a lo largo de los años.
Cuando le habían dado ropa nueva, cuando le habían dado sus documentos de liberación, todo lo que Vi pudo hacer fue mirar a la mujer. Mirarla larga y fijamente, incapaz de comprender por qué la había sacado de allí.
Nunca obtuvo su respuesta —no verbalmente, pero Vi lo sabía.
Sabía que Caitlyn Kiramman la había salvado la vida, sin querer.