Mi nombre no era Amigo
"Tony, no deberías alterarte ahora mismo, este no es el mejor momento", dice Sam, intentando calmarlo, pero Tony no lo permite, siente cómo el gruñido le domina el rostro.
"¡No? ¡No, este es el mejor momento!", grita Tony, la voz ya ronca, las cuerdas vocales tensas, "¡No más explicaciones ni 'Pero Tony, no entiendes!'". Se gira violentamente para fulminar con la mirada a Steve, con un puño a su lado y un dedo apuntando peligrosamente cerca del pecho del supersoldado, "¡Tú, oh tú, pedazo de mierda arrogante, ¡ibas a firmar los Acuerdos!"
Ante eso, Sam retrocede, su mirada se dirige a Steve y frunce el ceño, Bucky hace lo mismo.
"¡Te dije que las enmiendas eran más que posibles, y, y lo conseguí! ¡Te dije que Bucky sería trasladado a un centro psiquiátrico americano para terapia, para recibir ayuda! ¡Me ofrecí a legalizar todo lo que hiciste para conseguir a Bucky, tanto tú como Sam!", Sam da un paso atrás, un gruñido escapa de su garganta. Steve no lo mira, no puede apartar la mirada de Tony.