Darse un capricho
La lengua de Lucifer atrapó la punta afilada del diente de Alastor y se derramó sangre dorada. En lugar de limpiarlo, Lucifer miró fijamente a los ojos de Alastor y se recostó para lamerle el sabor de su sangre angelical en la boca.
Secuela de «Guilty Pleasures», pero se puede leer como un fic independiente.