Tentación
«Oh, no, no». La risa que siguió a esas palabras le recorrió la espalda temblando mientras un dedo delgado inclinaba su barbilla hacia arriba para mirar a los ojos del ángel.
«Si crees que te mereces un espectáculo, vas a tener un espectáculo». Esas palabras, llenas de pecado, hicieron que a Alastor le doliera el corazón.
~|~
Esto es totalmente culpa de mi amigo, y todos tenéis que afrontarlo. En Australia, donde Lucifer baila en barra por las noches, Alastor tiene insomnio y ambos son unos tontos que no saben cómo lidiar con el hecho de que están enamorados.
Disfruta de los ancianos estreñidos emocionalmente que no saben cómo expresar sus sentimientos y recurren a ponerse coletas como niños pequeños.