Wade Winters vive una vida perfectamente feliz como ciudadano independiente del Pacto Affini. Pero cuando Dalí, su amigo afín, se pregunta qué tan independiente es en realidad, ambos acuerdan hacer una apuesta: durante el próximo mes, cuando no logre cumplir con alguna parte de su rutina diaria, Dalí empezará a hacerlo por él. Wade no está preocupado, no es que Dalí quiera domesticarlo ni nada parecido.
