umino iruka

Para hacer una tragedia, rompes algo hermoso y enmarcas las piezas. Para lograr la victoria, rompes algo poderoso y lo reconstruyes pieza por pieza. Para construir una vida, hay que unir las piezas y esperar lo mejor. Kurama todavía se está acostumbrando a lo «humano», pero teniendo en cuenta que ha retrocedido 30 años en el tiempo, con catástrofes que evitar y un mocoso rubio que salvar, tendrá que resolver las cosas sobre la marcha. Por suerte, vivir con Naruto ha sido bueno para su habilidad para improvisar, si nada más.

«¿Me hablarás de tu lucha contra Sato... ¿Sa-to-ru?» Sukuna inhala con fastidio, casi a punto de despedazar al mocoso por hacerle peticiones inútiles. «¿Quieres escuchar por milésima vez cómo lo maté?» Naruto sonríe tan brillantemente que casi le da la sensación de que tiene corazón. Es asqueroso. «Suku-nii es increíble, ¡seré tan fuerte como tú! ¡Déjalo!» «No me llames así». «¡Suku-nii!» Sukuna solo lo tolera porque necesita el cuerpo del niño para estar en la cima del mundo. Lo necesita para crecer, madurar y hacerse más fuerte. No se preocupa por él por nada más. No lo hace.

«Es hora, Hinata, no más esperas». Hiashi lo ordena y ella se marchita ante su mirada, sabe que se le ha acabado el tiempo. Aunque conoce este día desde hace años, ha estado deseándolo, esperando que él cambiara de opinión y no cediera a una de las tradiciones más antiguas y crueles de Konoha. Cuando una chica adecuada alcanza la mayoría de edad y no se consigue el soborno, te sacrifican en favor de los jinchuriki del pueblo... Canon AU