Para todos los jóvenes jugadores de hockey que hay por ahí, presten atención
Dean Winchester sabe dos cosas sobre hockey, dos cosas que su padre se aseguró de que supiera. Una, el hockey es un deporte de hombres, y dos, el hockey es familia. Hockey significaba Sam y Bobby y Benny y Victor y Gabriel y, diablos, todo su equipo. Así que cuando Victor es traspasado, Castiel Krushnic, estrella rusa convertida en nuevo compañero de equipo, se convierte en una amenaza. Por mucho que Dean lo odie por eso, cuanto más tiempo se queda, más empieza a amenazar esa primera regla también. A Dean le han enseñado toda su vida que los que juegan al hockey no deben dejarse cautivar por voces con acentos profundos y la forma en que un tipo maneja su palo, entonces, ¿cómo demonios se supone que debe justificar lo que está empezando a pensar sobre Cas? Al principio de la temporada, todo lo que Dean quería era ganar, y ahora todo lo que quiere hacer es averiguar cómo se siente acerca de Cas y cómo lidiar con eso sin arruinar su carrera y destrozar a su familia.