impulse
Sin molestarse en coger su camisa, salió corriendo de la habitación, solo para recordar que estaba en el asqueroso hotel del maldito mocoso de Lucifer. Si se adentraba más en el pasillo, cualquiera podría ver el estado desordenado en el que se encontraba, sin mencionar la plétora de chupetones que probablemente le cubrían el cuello. Lucifer tenía unos dientes jodidamente afilados.
Se estremeció al recordar cómo se sentía cuando los dientes de Lucifer le rozaban el cuello, encontrar fácilmente su punto débil y agarrarse a él, chupándole una marca antes de morder
Carajo, no iba a tener una erección en mitad del pasillo. Tenía que salir de aquí.
-O, Adam se despierta después de una relación con Lucifer e intenta negar las acusaciones internas de homosexualidad, solo para volver a hacerlo
