Una cola de beignets
Tras enterarse de que el exterminio tendría lugar 6 meses antes, Charlie sintió que se merecía una noche para compadecerse de sí misma y de unas cuantas botellas de vino.
Se dijo a sí misma que era una forma de cuidado personal. Unas mini vacaciones.
Pero no esperaba encontrarse con Alastor haciendo buñuelos en la cocina. Tampoco se dio cuenta de que tenía una cola esponjosa.