Me está volviendo loco (pero él sabe que no puedo resistirme)
El día que Aemond perdió un ojo, no tenía más que trece años para dar su nombre, mientras que su querido sobrino solo tenía diez, pero había sangre en las manos de ese dulce niño. En lugar de permitir que algo así quede impune, tanto los negros como los verdes sufren una derrota que los une.
Mientras Criston Cole es desterrado de las Tierras de la Corona durante toda su vida y despojado de sus títulos, Lucerys es desterrado de Desembarco del Rey y Rocadragón hasta que el rey considere que merece la pena regresar.
Ocho años después, Corlys regresa con el hijo pródigo a cuestas. Nadie esperaba que Lucerys se convirtiera en algo tan violento y tampoco esperaban que siguiera los pasos de su madre y reclamara a un Hightower como su mejor amigo.
Pero ocho años es mucho. Con la guerra en sus venas y la sangre manchándose las manos, Lucerys ha cambiado. Para bien o para mal, Aemond no lo sabe.